jueves, 21 de marzo de 2013

FARUQ (5 - 2)

Vancouver, Columbia Británica
2 de junio de 1994

Faruq sintió un enorme alivio cuando comprobó que Lars iba a sobrevivir a su combate personal con la muerte y creyó a Voz-de-Plata cuando el Galliard les prometió que estaría recuperado después de unas horas de descanso. Todo el mundo sabía que Unicornio era un poderoso espíritu de curación física y espiritual y que los Hijos de Gaia conocían muchos de sus misterios. Sin embargo, ni Faruq ni ninguno de sus hermanos sospechaba que Bobby se hubiera interesado nunca por tales artes, ni que últimamente llevase consigo un fetiche espiritual conocido como Emplasto de Gaia, que podía curar las heridas más terribles. Aunque bien pensado, ninguno de los miembros de su manada sabía que Faruq tenía oculto un D'siah, un fetiche con forma de daga curva que formaba parte de la historia inmemorial de su tribu. En definitiva, el secreto de Voz-de-Plata había sido una agradable sorpresa para todos.

Una vez que la luz del alba despuntó por el horizonte, Canción-Oculta le pidió que localizase y advirtiese a las manadas vecinas del brutal ataque que habían sufrido esa noche las Cinco Garras de Gaia. Faruq se encogió de hombros, asintiendo levemente. Al igual que la mayoría de los Caminantes Silenciosos, ya había tenido la oportunidad de hacer de mensajero en infinidad de ocasiones. Una tarea aparentemente engorrosa, pero que le permitía cambiar de aires con la suficiente frecuencia como para no sentirse encerrado en Vancouver.

Así pues, Faruq salió de New Westminster sin haber podido descansar y recorrió los territorios vecinos de Fraser Mills, Mundy Park y, finalmente, Queensborough. No fue sencillo dar con sus compañeros Garou en dichos lugares, en una ocasión incluso tuvo que suplicar la ayuda de los espíritus locales para dar con los hombres lobo que custodiaban esos territorios, aunque lo consiguió después de siete horas de duro trabajo. Cansado y somnoliento, el Ragabash volvió con sus hermanos y disfrutó de unas merecidas horas de sueño con sus hermanos en el reflejo espiritual de Glenbrook Ravine.

Cayó dormido de inmediato y cuando despertó ya casi era de noche. Todos sus hermanos estaban despiertos, incluso Lars, que todavía llevaba puestas las vendas del Emplasto de Gaia. El Theurge tenía aspecto muy fresco y saludable, como si acabase de despertarse de un sueño verdaderamente reparador. Faruq casi sintió de envidia del Fenris. Lo cierto es que seguía cansado y compartió un sonoro bostezo con sus hermanos para que ellos también lo supiesen.

-¿Ya estás despierto?-, preguntó Canción-Oculta sin esperar respuesta. -Bien. Siéntate con nosotros y escucha con atención.

El Caminante Silencioso se acercó arrastrando los pies, exagerando intencionadamente su cansancio físico y se sentó pesadamente en el suelo. Sus hermanos lo miraron en completo silencio, al igual que Uktena, cuyos ojos brillaban desde las sombras entre los árboles del reflejo espiritual de Glenbrook Ravine.

-¿Me he perdido algo?-, preguntó Faruq frotándose un ojo con desidia.

-La noticia del ataque que sufrimos se ha extendido como la pólvora-, le explicó Crow. -Hace dos horas vinieron unos Fenris para conocer los detalles.

-Pertenecían a la manada de los Elegidos de Nerigal-, apostilló Voz-de-Plata.

-Eso-, respondió Crow malhumorado al verse interrumpido. -Cuando les contamos todo lo que ocurrió, juraron que nos vengarían.

-He oído hablar de ellos-, intervino Lars. -Son un poco mayores que nosotros, pero se han labrado una reputación excelente dentro de mi tribu... lo que quiere decir que son guerreros valientes e inflexibles.

-En cualquier caso, debemos asumir que otros querrán conocer también la noticia del ataque-, asintió Canción-Oculta. -Lo más prudente sería no exagerar los hechos para no incendiar los ánimos.

-¿Quieres que mintamos?-, preguntó Faruq sinceramente sorprendido.

-¡Por supuesto que no!-, respondió el alfa indignado. -Sólo debemos ser estrictamente sinceros, sin embellecer los detalles del combate ni exagerarlos. ¿De acuerdo?

A pesar de que la pregunta iba dirigida a todos los miembros de la manada, Canción-Oculta miró directamente a Voz-de-Plata y luego a Faruq, una sutil indirecta que los dos cogieron al vuelo. Faruq prometió ser un niño bueno con menos entusiasmo que el Galliard, de forma que el alfa se dio por satisfecho.

-¿Y qué hacemos ahora?-, preguntó Crow.

-Volver a patrullar New Westminster hasta que recibamos nuevas instrucciones del Consejo de Ancianos o de Destroza-Perdiciones. Sin embargo, esta vez iremos en la furgoneta para extremar las precauciones.

-¿Y qué haremos si nos encontramos con las sanguijuelas de anoche?-, preguntó el Ahroun con tono hosco.

-Lo decidiré cuando llegue el momento, Crow.

-.-

No hubo incidentes durante la primera hora de la noche. Sin embargo, los Garou no bajaron la guardia y siguieron vigilando con atención las calles de New Westminster desde las ventanillas del vehículo. Lars estaba al volante con Canción-Oculta a su lado. El resto estaban sentados en los asientos de atrás de la furgoneta. Por el camino, habían comprado cafés para todos y algo de comida para llevar, saciando un poco el hambre que sentían sus estómagos, pero a diferencia de las noches anteriores no se habían entretenido a hacer nada más.

Eran aproximadamente la diez y media de la noche cuando Canción-Oculta pidió a Lars que parase la furgoneta junto a la acera. A esas horas todavía había peatones caminando por Royal Avenue.

-¡Es Cathy Saynesbury!-, explicó apresuradamente.

El Fenris detuvo el vehículo en el primer sitio libre que encontró de la calle y los cinco se bajaron del coche para ir al encuentro de la líder de los escasos Caminantes Silenciosos de Vancouver. Cathy tenía unos treinta y cinco años y media un metro sesenta. Tenía un rostro agradable, enmarcado por una larga y lacia cabellera de color oscuro, aunque lucía unos hermosos ojos de color verde avellana. Iba vestida con ropas baratas y gastadas, que delataban la escasa atención que confería a las apariencias.

-¡Hola, Cathy!-, la saludó Faruq cuando se acercaron lo suficiente.

-Hola, chicos-, respondió ella con gesto preocupado, algo muy poco habitual en ella. -He oído rumores que dicen que fuisteis víctimas de un ataque. ¿Es cierto?

-Sí, desgraciadamente sí es cierto-, respondió Canción-Oculta en nombre de la manada.

-Entonces contádmelo todo, por favor-, pidió ella mientras retrocedía unos pocos pasos para tomar asiento en un banco cercano.

El alfa de la manada miró a Voz-de-Plata y lo animó con un gesto sutil a que contase lo ocurrido. El Galliard asintió y se puso manos a la obra. Faruq tuvo que reconocer que Voz-de-Plata era una fantástico cuentacuentos, a pesar de que el Hijo de Gaia no embelleció la historia, sino que se atuvo rigurosamente a los sucesos ocurridos. Cathy, por su parte, no permaneció ociosa e interrumpió en varias ocasiones al Galliard para hacer preguntas sobre algunos detalles concretos, que le sirvieron para confirmar su historia y darle un retrato más comprensible de los hechos.

-No lo entiendo-, manifestó ella cuando Voz-de-Plata terminó su relato. -Parece que las sanguijuelas quieren a echarlo todo por la borda.

-¿De verdad crees que están boicoteando voluntariamente la Alianza?-, preguntó Canción-Oculta con escepticismo.

-No lo sé-, respondió ella pensativa. -De lo único que estoy convencida es que una guerra entre nuestras dos razas puede abrir el camino al Wyrm para que se apodere del gran túmulo. Tenemos que evitar una catástrofe como esa cueste lo que cueste.

-¿Y qué hay de Guttooth?-, preguntó Faruq. -No creo que piense igual.

-No, es cierto-, reconoció la Anciana con un suspiro. -Él y sus partidarios no quieren atender a razones y estos ataques sólo parecen justificar sus argumentos a pesar de la oposición del Consejo de Ancianos.

-¿Tan mal están las cosas?-, preguntó el Philodox sorprendido.

-¿A ti que te parece? Debo volver a Stanley Park. Tened cuidado a partir de ahora, ¿vale?

-Puedes jurarlo-, le respondió Faruq sonriendo. Esta vez Cathy le correspondió con una de sus deslumbrantes sonrisas y luego se puso en pie para alejarse del banco sin despedirse.

-.-

Un poco más tarde, la furgoneta de la manada estaba recorriendo MacBride Boulevard, entre Queen's Park y Glenbrook Ravine cuando Lars vio a un lobo de pelaje gris, y manchas blancas y parduzcas, corriendo bajo los árboles del primer parque.

-Juraría que es Illana-, murmuró.

-Vamos a intentar hablar con ella-, asintió Canción-Oculta.

El Theurge esperó hasta llegar a un cambio de sentido antes de girar hacia el parque y luego detuvo la furgoneta junto al arcén. Todos bajaron inmediatamente del vehículo y corrieron hacia los árboles. La loba, que les había visto sin duda, se transformó en la hermosa mujer desnuda que ya conocían: la vampiresa de setecientos años de antigüedad que se hacía llamar Illana.

-¿Qué haces aquí?-, preguntó Crow secamente.

-Llevo horas buscándoos-, respondió la sanguijuela sin dejarse intimidar por el alto Ahroun. -Anoche una manada de Garou atacaron a un viejo amigo. ¿Qué está pasando? ¿Os habéis vuelto locos?

-¡Anoche tus amigos nos atacaron en el parque Albert Crescent!-, gritó a su vez Faruq indignado. -¿Cómo te atreves a pedirnos explicaciones? ¡Casi matan a Lars!

Illana enseñó los colmillos furiosa, pero Canción-Oculta y Voz-de-Plata se interpusieron entre ellos, separándolos todo lo posible.

-¡Ya basta!-, gritó el Galliard.

-¡Parad, vamos!-, exigió el Colmillo Plateado. -¿No os dais cuenta de lo que está pasando? Nos estamos enfrentando entre nosotros. ¿Cómo vamos a evitar una guerra si lo único que hacemos es lanzarnos acusaciones cruzadas?

Faruq y Crow dieron su brazo a torcer de mala gana y apartaron la vista de Canción-Oculta, reconociendo a regañadientes que el Philodox tenía razón. Illana correspondió su gesto volviendo a ocultar sus colmillos, aunque la mirada desafiante no desapareció del todo de sus oscuros ojos.

-¿De verdad os han atacado?-, preguntó ella en voz baja.

-Sí, fue una emboscada bien planeada-, asintió Voz-de-Plata. -Había tres vampiros, dos hombres y una mujer. El líder dijo que se llamaba Caleb.

El Galliard les describió minuciosamente el aspecto de cada uno de ellos, hasta un grado inhumano. El don espiritual del Recuerdo Perfecto le permitía revivir de nuevo la escena y rememorarla con todo lujo de detalles.

-¿Conoces a alguno de ellos?-, le preguntó Canción-Oculta

-No-, confesó ella negando con la cabeza. -No deben de ser de la ciudad.

-Pues nos estaban esperando-, intervino Faruq. -Sabían que patrullaríamos esa zona e intentaron acabar a traición con todos nosotros.

-Lo siento-, respondió Illana perdiendo la dureza que antes se había adueñado de su mirada. -Lo siento mucho.

Aquel gesto tan humano en una sanguijuela confundió enormemente a Faruq. Era fácil odiar a aquellas criaturas del Wyrm. Set, el vampiro que había maldecido a los Caminantes Silenciosos a vagar por la superficie del mundo sin encontrar nunca un lugar que pudiesen reclamar como propio, era el ejemplo más vil su especie. Sin embargo, Illana no despertaba en él esa clase de sentimientos. De alguna forma, la vampiresa era distinta a la mayoría de los suyos. Eso estaba claro.

-¿Y tu amigo?-, preguntó Voz-de-Plata. -¿Qué le pasó?

-Estaba cerca del parque del lago Burnaby cuando fue perseguido y asaltado por dos de los vuestros-, respondió ella. -Mi amigo estaba tan aterrorizado que ni siquiera se fijó en su aspecto ni mucho menos en el color de sus pelajes.

-¿Cómo sobrevivió al ataque?-, preguntó Crow interesado.

-Se lanzó al lago, buceando hasta alcanzar el fondo. Sus perseguidores perdieron su rastro y él pudo alejarse para contar lo que le había sucedido.

-¿Partidarios de Guttooth tomándose la justicia por su mano?-, sugirió Lars hablando por primera vez en la conversación.

-Puede ser-, respondió pensativo Canción-Oculta.

-¿Quién es Guttooth?-, preguntó Illana inquisitiva.

-Un exaltado que exige la guerra contra los vuestros-, respondió el alfa de la manada. -Si no detenemos los ataques cuanto antes, conseguirá suficientes apoyos para lograr sus objetivos.

-He escuchado un rumor que puede seros de utilidad-, reconoció ella entonces. -Simon escuchó decir que hay un vampiro que tiene una grabación de seguridad de uno de los ataques. Estoy segura de que él mismo ha hecho correr el rumor para sacar una buena tajada por la venta de la grabación, pero si la conseguimos  nosotros quizás podamos identificar a los atacantes y descubrir información útil.

-¿Y por qué no vas tú misma?-, preguntó Faruq lleno de suspicacia.

-Sospecho que no querrá negociar conmigo.

-¿Por qué?-, quiso saber Lars.

-Lo siento, pero no puedo responder a esa pregunta.

-¿Y crees que sí querrá negociar con nosotros?-, preguntó Faruq con una carcajada incrédula.

-No perdamos más tiempo, por favor-, respondió Canción-Oculta suspicaz. -Dinos el nombre del vampiro y dónde podremos encontrarlo.

-Se llama Thomas Hoggarth. Supongo que podréis encontrarlo en Nigel´s, una relojería artesanal situada en el Royal Center. Nunca sale de ese sitio.

-¡Estupendo!-, respondió Faruq con un sonrisa. -Hace mucho tiempo que no intento colarme en un centro comercial. ¡Será como en los viejos tiempos!

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