domingo, 20 de mayo de 2012

C. DE T. 1 - 1: UNA CARTA INESPERADA


Señora de mi alma,


El tiempo no ha sido piadoso con nosotros. Os debo demasiadas disculpas y explicaciones. Muchas veces he querido sincerarme completamente, derribar los muros del silencio cómplice y cruzar el indómito abismo que nos ha separado. ¿Es justo atreverme a abrigar tales esperanzas ahora que el tiempo deja caer sus últimos granos de arena? Solo vos podéis juzgarlo con justicia, pues, ¿acaso no hemos interpretado siempre la misma danza una vez y otra y otra? Siempre he sido leal a mi Casa, a mi sangre, tanto que os perdí antes de haberos ganado. Y vos, mi dulce señora, víctima consciente de mi tiranía interna, habéis consentido en este juego fraudulento que nos ha separado durante varias centurias.
Comprendo vuestra incredulidad al leer estas líneas. Soy distinto, lo sé muy bien. Hay un cambio manifiesto que no puedo explicar con simples palabras. Pero el tiempo apremia y temo que nunca más tendré la posibilidad que aquí se presenta. Os ruego, os suplico, que tengáis a bien cumplir mi último deseo: leed los escritos que acompañan a esta misiva. Sólo entonces podréis comprender la imposibilidad de ver satisfechos mis deseos para con vos. Esta es la senda que hube de andar, donde nunca hubo posibilidad de volver hacia atrás.

Vuestro fiel confidente y amigo,
Dieter Helsemnich,
chiquillo de Jervais,
chiquillo de Malgorzata,
chiquillo de Goratrix,
de la Casa Tremere.

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