jueves, 24 de mayo de 2012

C. DE T. 1 - 4: UNA DESAPARICIÓN MISTERIOSA


Consejero Etrius,

Siguiendo vuestras órdenes, acudí a Alba Iulia inmediatamente. Allí pude confirmar vuestros peores temores. La ciudad está inmersa en el caos y la confusión. Han llegado los rumores de matanzas en los caminos y de bandas de proscritos y cosas aún peores que aguardan a los viajeros indefensos por estos parajes. Las autoridades mortales han logrado suprimir una revuelta popular, pero a duras penas logran imponer su ley a los hombres.

Por su parte, la corte nocturna se ha desintegrado. El Príncipe ha desaparecido y la mayoría de sus súbditos han corrido la misma suerte o han encontrado la muerte definitiva. Los Cainitas rebeldes han dejado a algunos de sus jóvenes en la ciudad, mientras ellos siguen extendiendo la anarquía a los territorios vecinos. Sin embargo, nuestros escasos compañeros de clan sobrevivían ocultos en la capilla local. La desaparición del regens Dieter Helsemnich perjudica gravemente nuestros planes en la región. Su aprendiz de mayor grado, un magus llamado Lushkar, afirma que su maestro le dio instrucciones concretas para que se ocultasen todos en los sótanos de la capilla mientras él hacía frente a un antiguo mal que debía ser vencido. No hay rastro mundano o mágico suyo más allá de las colinas y montes que rodean la ciudad. No obstante, mi intenso escrutinio sacó a la luz unos manuscritos ocultos, escritos de su puño y letra a modo de diario personal. Su estudio podría revelar de algún modo el destino del regens y Príncipe de Alba Iulia, a la vez que puede contribuir a aclarar sucesos más oscuros. Os los envío junto a sus aprendices y siervos de confianza que esperan vuestro veredicto.

Mi señor, la situación en Alba Iulia aún no es desesperada. La capilla cuenta con buenas reservas de vitae, recolectadas pacientemente por sus aprendices durante siglos, y mantiene sus salvaguardias mágicas intactas. No sería bueno para nosotros perder este baluarte en territorio enemigo. Además, la permanencia de nuestra capilla sería un magnífico recordatorio para nuestros aliados de nuestros legítimos derechos sobre el gobierno de la ciudad, cuando los rebeldes sean finalmente derrotados. Por estas razones, encomiendo encarecidamente su defensa. Esperaré en ella vuestras instrucciones y trataré de reducir la influencia de esos bellacos que se han atrevido a mancillar los dominios de nuestro clan.

Vuestro fiel  servidor,
August von Siert,
chiquillo de Peter Schloss,
chiquillo de Filaereus,
chiquillo de Etrius,
del clan Tremere.

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